Dominika
No es país para enemigos del ajo - algunos versos ligeros
La memoria es frágil, tiende a olvidar,
vampiros y espíritus salía a cazar, tantas las veces que he sido invocado,
de los talismanes fui el más destacado.
Resfriados y tos he ahuyentado por años, migrañas, artritis, y hasta alta presión, y otras dolencias, curé en cada ocasión. La memoria traidora, quiere desestimar, ¿Cuántos amantes tuve que despistar? ¿Y cuántos bebés ampare en las noches? Miles y miles… quedan solo reproches.
Disgusta a muchos mi inconfundible presencia, de paria me tratan, o de plebeya ascendencia, y cuando se esparce mi esencia vibrante,
rehuirme es el plan, de manera tajante.
¡Sigan! Proclamen ofensivo mi hedor. Ser sutil, elegante, ¡no he pretendido señor! Mi toque a los platos, sí, da ostensión, pero si me suplantan, perderán su sazón.
¡Sigan! Preparen platillos con pretensión, mientras yo a mis amantes aquí agasajo mi existencia acá, no es causa de disensión, porque no es país para enemigos del ajo.
